Genesis

Volvieron a ser nada, libres de todo temor y toda angustia, sanos ya de las heridas, curados ya del espanto, cambiaron las lágrimas por sonrisas, ya no se asustaban con la sincera intención de una caricia tal y como lo hacen los perros maltratados. Fue entonces cuando se dieron cuenta que el amor no era lo que les dolió, era la miserable situación que les dejaron, fueron las “palabras sinceras” que resonaban hasta en sueños y en sueños las mataron.

¡Y el día que tenía que ser despertaron y se violentaron! ¡Hubo fuego dentro de ellos! Habrá vino, música y besos, se volvieron locos y locos se encontraron, supieron que el olvido también es perdón, se dieron cuenta que todo ese tiempo anduvieron por caminos paralelos y que los estorbos no los dejaron verse. Las mismas lunas y los mismos soles que antes lloraron por otros; serian ahora de celebraciones. Y entendieron que al tiempo le gusta bromear, pero siempre cumple, siempre a tiempo.

En contra esquina se vieron, se acordaron uno de otro, se acercaron y por fin se conocerán. Fue final y comienzo en un mismo tiempo.

-PB-

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